Para que una persona pueda alcanzar su requerimientos diarios de nutrición, debe ingerir entre 1.600 y 2.500 calorías al día, dependiendo del sexo, edad, nivel de actividad física, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta alimentación debe estar compuesta por proteínas (de origen animal o vegetal); carbohidratos; grasas saludables; frutas; verduras y vegetales.
Con el propósito de recordar la importancia de una buena nutrición y de mantener una alimentación adecuada para el buen funcionamiento del cuerpo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) conmemora cada 7 de abril el Día Mundial de la Salud.
En el caso de Venezuela, la mayoría de las personas debe destinar una parte importante de sus ingresos mensuales para cubrir los gastos de alimentación. Esto se debe a que un venezolano necesita de 16,23 dólares diarios o 487,12 dólares mensuales para comprar los productos de la canasta alimentaria familiar, refieren datos del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).
Esta cifra se aleja del salario mínimo, el cual se encuentra establecido en 130 bolívares desde marzo de 2022, o su equivalente de 1,80 dólares, según la tasa del Banco Central de Venezuela (BCV) del lunes 7 de abril, la cual se ubicó en 72,18 bolívares por dólar.
¿Cómo afecta la crisis económica a la dieta de los venezolanos?
Para conocer cómo es la nutrición actual de los venezolanos en medio de la crisis económica que atraviesa el país, el equipo de El Diario entrevistó a cinco personas con distintas profesiones y ocupaciones. La mayoría de los consultados coincidió en que han eliminado al menos una porción de proteínas de su ingesta diaria, también reportan una reducción de las porciones que consumen como consecuencia del aumento de su precio.

Actualmente, un kilogramo de carne vale 540 bolívares (7,48 dólares), mientras que cartón con 30 huevos tiene un precio de 440 bolívares (6,09 dólares), de acuerdo con el informe más reciente de la Cesta Petare del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).
Crismar Aponte, contadora pública, mencionó que redujo la porción de proteínas que come en el desayunó y eliminó estos alimentos de sus cenas, por lo que solo consume una porción adecuada de proteínas una vez al día.
“Ahora en los desayunos solo como un huevo, es la proteína más barata y rinde. Hace dos años yo solía comer proteínas en todas las comidas, pero ahora no lo hago y lo que hago es comerme una arepa”, dijo Aponte.
Además, comentó que también disminuyó el consumo de pescados y mariscos en su casa; sin embargo, mantienen constante el consumo de frutas y verduras.
Por su parte, José Hernández, ingeniero en Telecomunicaciones, contó que pese al aumento de los precios de los alimentos, en su hogar consumen todo tipo de proteínas, verduras y carbohidratos.
“Tratamos de tener una dieta balanceada, en especial porque tengo una niña pequeña y queremos que tenga una buena nutrición y que coma de todo, aunque el mercado cada vez está más costoso, por lo que tratamos de reducir las porciones de lo que ingerimos”, afirmó.
Para Nelly Brito, emprendedora, la mejor forma de “rendir el dinero y comer mejor” es recorrer los mercados populares de Caracas en búsqueda de ofertas, en especial de frutas, verduras y hortalizas.

“Yo camino la ciudad buscando los contornos para los alimentos y mi hermano se encarga de llevar la proteína a la casa. Nunca hemos dejado de comer pollo o carne, pero sí hemos tenido que disminuir la cantidad”, añadió.
En cambio para Daniela Velazco, entrenadora personal, invertir en alimentos de calidad y que aporten los nutrientes necesarios es la clave para mantenerse saludable.
A su juicio, llevar una alimentación saludable requiere de planificación. Asimismo, recomendó elegir las opciones saludables más económicas como los huevos, las sardinas, el aguacate y el cambur.
“Hay que aprender a rendir el dinero y darle prioridad a los alimentos que nos nutren y evitar los que sean altos en azúcares y ultraprocesados”, agregó.
José Andrés Nieto, músico, contó que a pesar del costo de los alimentos en su vivienda, un núcleo familiar de seis personas, el consumo de frutas y verduras es constante.
“En mi casa nunca falta un vaso de jugo. Desde pequeños mi mamá nos acostumbró a desayunar bien para afrontar el día con más energía. Ya el resto de las comidas se verá”, dijo.
Sin embargo, comentó que el consumo de carnes en su familia se hace cada 15 días o entre 3 y 4 veces al mes.
“Hace dos años comíamos mucho mejor, ahora hemos reducido las cantidades de comida en general y el consumo de proteínas, es muy parecido a como comimos en 2016 y 2017”, agregó.
Cómo afecta la mala alimentación
Para conocer la importancia de una dieta balanceada y las consecuencias de una mala alimentación, el nutricionista Pablo Hérnandez explicó que cada alimento cumple una función en el cuerpo.
En el caso de las proteínas, señaló que estos nutrientes ayudan a funciones estructurales, de defensa, de mantenimiento del agua corporal en el cuerpo; así como la producción de masa muscular.
“Independientemente del origen de la proteína, dejar de consumirla o comerla en cantidades menores a las requeridas puede provocar una desnutrición proteica”, aseguró el especialista.
Como sustitución a la proteína animal, Hernández sugirió el consumo de proteínas vegetales como leguminosas o la combinación de granos y cereales como las lentejas y el arroz.

Hernández advirtió que la falta de proteínas puede provocar marasmo (una forma grave de desnutrición proteico-energética) que afecta más gravemente a niños menores de 5 años y personas de la tercera edad.
“La recomendación es organizarse para comer todos los días un poquito de proteína, así sea un huevo o una hebra de pollo”, sugirió.
El experto también hizo énfasis en el consumo de pescados como fuente de proteínas y de omega 3. Una recomendación que ofreció fue aumentar el consumo de sardinas, debido a que es un alimento económico con alto contenido nutricional.
No hay cifras oficiales sobre desnutrición en Venezuela
En cuanto a las cifras oficiales de desnutrición en Venezuela, el nutricionista Pablo Hernández aseguró que en el país no se actualiza públicamente la data desde hace aproximadamente 18 años.
“El país necesita conocer esa información para que se pueda planificar una estrategia de apoyo a los más necesitados. Podemos tener alguna idea según los índices de consumo, pero no hay nada oficial”, indicó.
Asimismo, recordó que el informe más reciente relacionado con datos de desnutrición en Venezuela fueron publicados en el Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional (Sisvan) en 2007.
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