El último drama parlamentario made in Washington, retransmitido en directo desde el gran plató del Capitolio, amenazó este viernes con cerrar a medianoche el grifo de la financiación del Gobierno estadounidense, paralizar el trabajo de algunas agencias federales y dejar sin sueldo a unos 875.000 funcionarios a cuatro días de la Navidad. Finalmente, un voto in extremis en la Cámara de Representantes evitó la que podría haber sido la última gran crisis legislativa de la Administración de Joe Biden y la primera de la segunda presidencia de Donald Trump, incluso antes de nacer. Aunque cueste creerlo al ver las noticias y la influencia que ya ejerce sobre la vida política del país, aún faltan 31 días para que el presidente electo tome posesión el próximo 20 de enero.