Fundido a negro y errores de carga. Eso fue lo primero que han visto decenas de miles de usuarios conectados a X, antes Twitter, para la esperada conversación entre Elon Musk y Donald Trump. Los fallos técnicos hicieron que miles de personas se desconectaran de la charla, que finalmente comenzó 45 minutos después de la cita. El magnate tecnológico argumentó que su red social había sido blanco de una ofensiva externa para negar la entrada a los usuarios. “Parece que hay un enorme ataque contra X. Estamos trabajando para terminar con él”, aseguró Musk, quien aseguró que se habían llegado a hacer pruebas para que la plataforma soportara hasta ocho millones de escuchas. Cuando la charla comenzó, millones de personas estuvieron expuestas a dos horas de verdades a medias, exageraciones y muchas mentiras.