Un mes después de las elecciones presidenciales en Venezuela, a la Unión Europea se le ha acabado la paciencia con Caracas: ante la reiterada negativa del Gobierno venezolano de presentar todas las actas para verificar de forma independiente su autoproclamada victoria, los Veintisiete han decidido este jueves no reconocer a Nicolás Maduro como presidente electo, tal como pedía España, al considerar que carece de “legitimidad democrática”.