El domingo en la tarde, Dania María Esplugas subió al carro fúnebre junto al cadáver de su hijo, del que no quiso despegarse hasta dejarlo ella misma en el panteón familiar. El día antes, a medianoche, varios agentes cubanos llegaron hasta su casa de La Habana Vieja para informarle que Manuel de Jesús Guillén Esplugas, de 29 años, había muerto en la prisión del Combinado del Este, donde se encontraba recluido desde que participara en las protestas antisistema del 11 de julio de 2021. Dania desmiente cualquier versión oficial de los hechos: su hijo no falleció, como dice el Gobierno. A su hijo se lo mataron.