León XIV, Robert Francis Prevost, de 69 años, es desde este jueves el primer papa estadounidense, un agustino conciliador, tímido y de trato humilde que la Iglesia sitúa en primera línea ante la polarización de Donald Trump y la deriva política populista en Estados Unidos y en el mundo. Sus primeras palabras han sido una llamada a la paz, ante una multitud que no sabía muy bien a quién tenía delante, pues es un gran desconocido: “La paz sea con todos vosotros”. Supone el triunfo de la continuidad del legado de Francisco.