La candidatura de Joe Biden a la reelección lleva casi una semana luchando por la supervivencia, desde el desastroso debate de la semana pasada en Atlanta contra Donald Trump organizado por la CNN. Biden ha recibido un balón de oxígeno este miércoles en su propia casa. Varios gobernadores demócratas han visitado la Casa Blanca y se han reunido con el presidente a puerta cerrada. Otros se han conectado por videoconferencia. Dentro, han hablado con sinceridad, aseguran. A la salida, todo han sido buenas palabras, cierre de filas y unión de fuerzas para derrotar a Donald Trump en las urnas el próximo 5 de noviembre. Ese gesto no será suficiente para que las presiones para que Biden renuncie a la reelección amainen.