Las elecciones del 5 de noviembre en Estados Unidos dejaron un resultado mixto para la representación hispana en el Congreso. El número de latinos en la Cámara de Representantes cayó de 48 a 45, de un total de 435 escaños. En el Senado, que cuenta con un total de 100 lugares, hicieron historia, al sumar dos nuevos puestos a los cinco actuales.