El 20 de enero será el pistoletazo de salida de una larga lista de medidas que el presidente electo, Donald Trump, tiene preparadas contra los migrantes y que van desde la deportación masiva de indocumentados hasta la retirada de la ciudadanía a personas nacidas en el país. Sus intenciones están claras, pero que las pueda realizar no es tan evidente. El republicano ha llegado a decir que le gustaría ser dictador por un día, y esa podría ser la única manera de llevar a cabo algunas sus promesas, porque muchas de ellas desafían las leyes vigentes desde el siglo XIX, además de enfrentar problemas operativos, políticos y éticos.